Mis niñas nos conocemos desde pequeñas y no tan pequeñas, habéis estado ahí cuando más os necesitaba, nos hemos apoyado, hemos pasado los nervios pre-examen juntas, hemos vivido momentos inolvidables que nunca olvidaremos (yo por lo menos no pienso hacerlo); y el que ahora cada una esté en una universidad diferente o haciendo un módulo no tiene porqué cambiar nada, es más cada día que pasa me doy cuenta de que os echo mucho de menos. Todos esos intercambios de clase, los recreos camino de la cafetería para comprar kikos o chocolate, los viernes en el Starbucks, la tentación de preguntar quien te había tocado en el amigo invisible, el primer viaje al extranjero solas, el primer día que nos fuimos a la playa a pasar el día, la cantidad de veces que comíamos en Londres, la noche del 28 al 29, los primeros días y noches en Londres, las cenas en el Mc Donald, las visitas a Karmen y Esther en la upo, los sustos de Celia cada vez que me veía por la calle, el quedar con una amiga y que lleg