"No he muerto, solo me fui antes."

Sí, eso es lo que pienso yo y mi mente.

Mi mente piensa en que he muerto pero no me he muerto, obviamente; solo se ha ido una parte de mí. Una parte muy importante. ¿Y ahora qué me queda?

Pienso y pienso, buscando a muchas personas pero realmente solo sigo viva por mi madre. Solo nos tenemos a nosotras dos. Vale, quizás estoy exagerando porque hay más gente pero no las veo necesarias en mi vida, en cuanto a familia.

La familia, esa cosa que dicen que está ahí para ayudarte pero ¿que pasa cuando solo tienes a dos personas para ayudarte? Y de esas dos, mi abuelo y mi madre, ya solo me queda mi madre; el resto es de relleno. Los veo como las personas convenidas que solo les interesa que los alabes, que les rías las gracias y, por supuesto, que estés ahí para ellos pero que para ti no estarán nunca. Y cuando digo nunca, es NUNCA.

Sin embargo, tengo muchas ganas de conocer a mi familia de Argentina porque pienso que son diferentes a la familia que tengo aquí en Sevilla y en Barcelona. Y los quiero conocer porque ahora hay un miembro más, el pequeño Benjamín, al que me muero de ganas de conocer.

En el amor, mejor no hablar; y en cuanto a amigos.. Pues, no se me dan muy bien las relaciones sociales.. Creo.. Es algo confuso porque tenía una amiga, una amiga de verdad, y nos distanciamos pero sin dejar de hablar.

Luego, vino otra y con ella un grupo de amigas más. Pero que pasa si digo que cada una de ellas me defraudó tanto que ya ni son mis amigas. Cada una lo hizo a modo: dos de ellas juzgándome por no contarles mi vida íntima; tres se fueron distanciando del grupo y preferían quedar las tres sin resto. Nos quedamos cuatro, luego nos quedamos tres porque una se fue de erasmus y cuando vino, eso ya es otra historia porque vino muy cambiada, muy "subidita". Sí, creo que esa es la palabra porque se hizo la portavoz del grupo de cuatro, se dio el lujo de juzgar a las tres que se distanciaron y que regresaron con una excusa: echarle la culpa a otra persona. Exacto, se echaron la culpa como si se trata de una pelota que hay que embarcar en un tejano ajeno pero que no es tan ajeno.

En definitiva, de esas tres personas solo regresó una al grupo porque la líder así lo decidió pero yo sabía de qué pie cojeaba y le intenté volver a caer en gracia porque sabía de lo que era capaz. Y lo hizo, me echó del grupo e hizo que pareciera culpa mía. ¿Adivináis quién me echó? Por supuesto, la líder bajo las palabras de ella.. Pero esto no es triste, lo triste viene ahora.

Sí, después de casi 10 años con las mismas personas, tenía que hacer nuevas amistades y no es fácil, aunque estar en la facultad ayuda un poco. El caso es que me volví a reencontrar con esas dos personas que no regresaron al grupo y me confirmaron los planes de ella, la que me echó del grupo. Y como darle ahora las gracias por ello porque claro está gracias a ella me vi sola, me vi vulnerable pero me hice fuerte al no tener que depender de nadie aunque también tengo que darte las gracias porque gracias a ti no he vuelto a confiar en más nadie pero he de decir que sí tengo una amiga, una verdadera amiga en la que confiar. Y también darte las gracias porque gracias a ti he conocido a personas que tampoco han merecido la pena y los cuales no me trataban muy bien que digamos y pude diferenciar las buenas intenciones, las falsas buenas intenciones.

Y lo triste es que ya solo me queda mi madre y mi amiga. Ahora en este bucle de emociones solo puedo pensar en que no estaría metida si mi abuelo no me hubiera dejado porque todo lo anterior no me importaba porque estaba conmigo. Por eso pienso que me he ido, estoy y no estoy.

En resumidas cuentas, mi vida no es fácil, es complicada pero es más complicada que la del resto de personas. De ahí que muchas veces intente quitarme del medio pero es que esta semana he visto la muerte delante mía y no le he tenido miedo. Y se supone que hay que temerle o al menos temerle cuando no se está preparado para dejar este mundo. ¿Eso significa que estoy lista?