Porque extraña cada todo lo que más quería...

Puede ser que sea cierto eso que dicen de que es mejor no escribir cuando se siente dolor o rencor hacia alguien o algo, pero cuanto más dañada está una persona, mayor son las ganas de escribir para sentirse mejor. Y esta vez por mucho que escriba, nada hará que me sienta mejor porque tu muerte ha sido... No sé ni cuál sería la palabra más apropiada para explicar cómo me siento, solo sé que hay veces que me siento perdida, sola, vacía y otras, sin embargo, siento como si estuvieras a mi lado, como si me abrazaras, como si no me dejaras sola.
Al principio, me acuerdo que antes de ese día, ese 25 de diciembre, estaba pensando en que sí que había una pequeña posibilidad de que podría llegar a querer la Navidad, la última Navidad que íbamos a estar juntos, pero siempre tuve la esperanza de que no fuera la última, esperaba que fueran al menos las suficientes para poder querer la Navidad, y la verdad es que me estaba esforzando y haciéndome a la idea de que tenía que ver la Navidad de otra forma. Y, la verdad, es que no me esperaba que tu partida fuera a ocurrir tan pronto y menos ese día. Tenía tantos planes contigo, tantas cosas que quería que vieras y ¿ahora qué? ¿qué hago con todos esos planes? Sin ti ya no tienen sentido. Ahora son solo planes colgados en mis sueños esperando a que cualquier noche te dejes caer por ellos y poder charlar un rato, un largo rato.
Ese día, ese 25 de diciembre deseé haber estudiado enfermería o medicina para haberte podido ayudar, para haberte salvado, para haber estudiado algo de lo que tú me habías dicho de pequeña. Pero ahora esos "¿y si...?" no son nada porque quizás tampoco te habría podido salvar, bueno nunca lo sabremos; el destino es demasiado caprichoso y cruel.
Y esto quizás no tiene tanto que ver con el destino, sino con lo que tú decidiste sin importar lo que pensábamos los demás, pero esto ya lo sabes ¿no? ¿recuerdas? te lo conté en aquella carta que te escribí el día que te íbamos a decir adiós por última vez; y me quedaron tantas cosas por decirte en aquella carta, esas cosas que no se pueden decir en voz alta, esas cosas que se sienten y que sé que tú, abuelo, las has sentido igual que yo las siento cada día. Al igual que sabes el trabajo que me está costando ponerle palabras a todo lo que siento porque aunque los médicos dijeran que te habías ido sin sufrir, que te habías ido en paz, yo sé que no es verdad porque te conozco y sé que te dabas cuenta de todo, sabías perfectamente cuando algo iba mal con tan solo mirarnos, sabías cuando estaba disgustada o alegre, lo sabías todo.
¿Qué puedo hacer para que tu recuerdo no me atormente tanto? Si supieras, que lo sabes, todo lo que me está costando perdonarte por la decisión que tomaste que incluso hay días en los que pienso que todavía no te he perdonado del todo, pero tengo que hacerlo para poder continuar mi vida, esa vida que se paró aquel 25 de diciembre, esa vida a la cual siento que apenas pertenezco. Y tanto que me cuesta pero es que no puedo evitar ponerme triste al saber que ya no estás y, supongo y doy por hecho, que cada vez que me pongo triste me iluminas con algún recuerdo nuestro que me haga sonreír, como cuando me decías que cuando fueras viejito, nos íbamos a ir a un piso o una casa donde quisiese para cuidarte, y de eso no hace mucho que me lo decías. Me encantaba tu espíritu, tus bromas, tu sonrisa...
¿Y ahora que puedo hacer para sentirme mejor cada día? No lo sé, de verdad que no lo sé porque yo tampoco pedía tanto... Solo que estuvieras el tiempo necesario para que me vieras defendiendo mi TFG y ya si mejorabas, pues quizás, ver como formaba una familia, escuchar a tus bisnietos.. Sé que esto último ya es demasiado pero eras como un padre para mí y quería que estuvieras conmigo siempre y no tenerte ahora en los recuerdos, aunque he de admitir que me has dejado muy, pero que muy buenos recuerdos. Y, supongo que por tener tan buenos recuerdos es por lo que el destino ha sido así de injusto y no deja que encuentre tampoco la paz en las palabras porque han sido muchos los intentos de volver a escribir para expresar  cómo me siento y todos esos intentos fueron fallidos porque no salía nada coherente pero es así como me sentía y me siento, como una persona vacía y que no piensa en los actos que hace.
Ahora solo te puedo pedir cada noche que no me abandones, ya me has dejado sola pero no quiero que tu alma me deje, que tu recuerdo se borre de mi mente, que tu voz se desvanezca y no pueda recordarla porque hay días que, de verdad, siento que me abandonaste, que me dejaste, que te olvidé y que por más que lo intente no puedo recordar tu voz... Y eso me hace sentir la persona más vulnerable del mundo y me duele porque te quiero, porque cada día intento parecerme un poquito más a ti.
Y después de todo esto que es poco para todo lo que sigo teniendo en mi interior y que conforme pasan los meses parece que va en aumento pero hoy... Hoy simplemente quiero que darte las gracias por haber sido así conmigo, por haberme querido, por haberme consentido (poco pero lo hacías), por haber dejado que fuera tu nieta, por haber sido de forma diferente que con tus hijas, por haberte despedido de mí en aquel sueño que recordaré siempre porque me da fuerzas para seguir adelante, por cuidarme incluso ahora que no estás aquí conmigo pero que sé que estás porque hay cosas que pasan y no se pueden explicar...





Te quiero y siempre te querré.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué esperas?

"No he muerto, solo me fui antes."

El camino los unió y los separó.