Entonces llega él.

Un día piensas en que por mucho que pase el tiempo no querrás a nadie como quisiste a otra persona, y es verdad pero aprendes a querer a otra persona. Aprendes a que otra persona te saque una sonrisa y alegre tus días y noches.
Poco a poco, esa persona se convierte en alguien especial, en alguien por quien merece la pena luchar. En alguien en quien con solo nombrar su nombre, te sale una sonrisa.
En todos estos meses, había pensado en que quizás no  conocería a nadie como tú; pero mírame aquí estoy escribiendo sobre ti, te encontré. No pensé que llegarías de esta forma tan inesperada.
Eres la típica persona a la que siempre querré abrazar sin importar si estoy o no enfadada contigo. Que seas comprensivo, hace que seas adorable y fácil de llegar a querer.



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