Milésimas de segundo.

Hay momentos en la vida en que todo parece perfecto, pero no es así porque casi siempre pasa algo que hace que todo ase tuerza y vaya mal. Este es uno de esos momentos, todo iba bien, solo faltaba una o dos cosas. Pero eran secundarias, estaban superadas y "no hacían falta". Y de repente, en una milésima de segundo todo cambió.
Ahora mi vida está entera alborotada, casi se podría decir que no hay nada estable ni seguro. Poco a poco me voy acostumbrando pero me cuesta, sobre todo porque los pilares están destruidos. Soy incapaz de sacar los que siento y ser sincera sobre lo que quiero, básicamente porque la decisión que se tiene que tomar no está en mis manos. Y cuanto odio les tengo a las decisiones, nunca son lo que se espera que sean. Ni volvemos a obtener esas sensaciones pasadas que añoramos en momentos de tristeza. Lo único que sé hacer es llorar.
Si supiera ir hasta dónde estás, no dudes que hubiera ido allí esperando que tú estuvieras esperándome en el otro lado del camino. Pero el ir hasta dónde estás tendrá que esperar un poco más. Todavía no sé qué te diré, temo derrumbarme cuando esté delante de ti y no tenga fuerzas para soportar tus restos. Supongo, también, que tendrás que consolarme de manera indirecta pero te prometo que seré fuerte cuando esté delante de lo que queda de ti, porque si he podido soportar toda esta situación puedo soportar eso.. Por mucho dolor que pueda causarme.
Estos días solo quería estar sola, hablar contigo, sentirte a mi lado, sentir tu fuerza.. Solo te he echado demasiado de menos, me hacías realmente mucha falta. Ahora solo pido que llegue el día de volver a verte. Bueno, verte lo que es verte no creo que me dejen pero habrá algo que me dé esa seguridad que tú me das. Eres como la calma que llega a mí después de la tormenta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué esperas?

"No he muerto, solo me fui antes."

El camino los unió y los separó.