Entradas

¿Qué esperas?

Eso me pregunta mi mente cada vez que hago una estupidez. Y es que desde que el amor llegó a mi vida, este me nubla la razón. Años atrás, muchos años atrás, el amor era diferente. No te querían por ser un trozito de carne ni una cara bonita. Te querían porque de verdad te conocían, sabían cómo eras porque lo veían a tiempo real y no a través de una pantalla de móvil. Ese amor era sincero, aunque había también algún listillo pero eran casos contados. Ahora si no te pintas o no muestras carne o no zorreas en alguna discoteca, te tachan de estirada, aburrida y, posiblemente, piensen que ya tienes novio y eres de esas chicas que no se llevan ahora. Porque claro ahora si tienes novio o alguien con quien tengas una relación más o menos seria, es muy normal que ligues y te vayas con otra persona aunque estés con esa persona que has elegido porque la quieres y la respetas. Y creerme hay tantos tíos y todos tan iguales y tan diferentes.. Dios.. Y para nada simples porque si hablas con el...

No dejes que te olvide...

Imagen
Es increíble como puedes olvidarte de alguien a quien amas tanto y que de repente aparezca en tu mente como si nada y toda la fuerza se destruya en mil lágrimas al saber que ya no estás y que por un segundo, un minuto, una hora te haya olvidado. Y es que me asusta pensar que pueda olvidarte porque no quiero pero ya no puedo hacer nada, parece que cada día me cuesta más recordarte porque me hace daño pensar en ti, pensar en tu sonrisa, en tus ojos.. O simplemente será que no te he olvidado, que sigo pensando que estás aquí conmigo y me asusto porque no es así y porque nunca más estarás, al menos de forma física en la realidad. Solo en la mente y en mis sueños, ¿o son los tuyos y yo me cuelo en ellos?

"No he muerto, solo me fui antes."

Sí, eso es lo que pienso yo y mi mente. Mi mente piensa en que he muerto pero no me he muerto, obviamente; solo se ha ido una parte de mí. Una parte muy importante. ¿Y ahora qué me queda? Pienso y pienso, buscando a muchas personas pero realmente solo sigo viva por mi madre. Solo nos tenemos a nosotras dos. Vale, quizás estoy exagerando porque hay más gente pero no las veo necesarias en mi vida, en cuanto a familia. La familia, esa cosa que dicen que está ahí para ayudarte pero ¿que pasa cuando solo tienes a dos personas para ayudarte? Y de esas dos, mi abuelo y mi madre, ya solo me queda mi madre; el resto es de relleno. Los veo como las personas convenidas que solo les interesa que los alabes, que les rías las gracias y, por supuesto, que estés ahí para ellos pero que para ti no estarán nunca. Y cuando digo nunca, es NUNCA. Sin embargo, tengo muchas ganas de conocer a mi familia de Argentina porque pienso que son diferentes a la familia que tengo aquí en Sevilla y en Barcelo...

Porque extraña cada todo lo que más quería...

Imagen
Puede ser que sea cierto eso que dicen de que es mejor no escribir cuando se siente dolor o rencor hacia alguien o algo, pero cuanto más dañada está una persona, mayor son las ganas de escribir para sentirse mejor. Y esta vez por mucho que escriba, nada hará que me sienta mejor porque tu muerte ha sido... No sé ni cuál sería la palabra más apropiada para explicar cómo me siento, solo sé que hay veces que me siento perdida, sola, vacía y otras, sin embargo, siento como si estuvieras a mi lado, como si me abrazaras, como si no me dejaras sola. Al principio, me acuerdo que antes de ese día, ese 25 de diciembre, estaba pensando en que sí que había una pequeña posibilidad de que podría llegar a querer la Navidad, la última Navidad que íbamos a estar juntos, pero siempre tuve la esperanza de que no fuera la última, esperaba que fueran al menos las suficientes para poder querer la Navidad, y la verdad es que me estaba esforzando y haciéndome a la idea de que tenía que ver la Navidad de otra...
¿Sabes esa sensación de querer llorar cada vez que te recuerdo? ¿De lo que podía haber sido y no ha sido? Como cuando te fuiste alejando pero no querías porque no estabas seguro y hacías cosas que decían todo lo contrario de lo que hacías. Mil veces me alejé y mil veces volví a ti, no quería alejarme pero cada paso que dabas me alejaba más de ti. Y sí, fuiste tú quién nos destruyó a los dos, sobre todo a mí. Total somos estrellas fugaces, cogemos los deseos de las personas que no importan en ese momento y los hacemos realidad pero sin tener en cuenta que esos deseos que hacen tan feliz a esa persona se puede volver en su contra con el tiempo y toda esa felicidad se convierte en amargura porque eso es lo que tiene el amor que puede ser un veneno dulce al principio y un veneno amargo al final. Pero da igual como sea ese veneno, lo importante son las personas que nos hacen mirar el mundo como si no lo hubiésemos visto nunca, personas que te sacan a la superficie cuando se está mal, perso...

Lo que más me gusta: tú, tú y mil veces tú.

Si me dieran apenas unos pocos minutos para decir que es lo que más me gusta, diría que me gusta el olor a café recién hecho, que me gusta escuchar la lluvia, que me gustan las lentejas, que me gustan las rosas rojas, que me gustan los tacones, que me gusta el olor de un libro nuevo, que me gusta recordarte, que me gustan mis amigos. Diría también que me gusta como soy cuando estoy contigo y cuando no estoy contigo también, que me remolonear en la cama hasta las tantas de la mañana, que me gusta verte sonreír, que me gusta el chocolate, que me gustan los atardeceres, que me gusta recordar el día que amanecimos juntos, que me gusta hacer fotos, que me gusta explotar pompas de plático hasta que se escuche como si fuera una tormenta, que me gustan los gatos, que me gustan los peluches, que me gustan tus manos. Y seguiría diciendo que me gusta ver como dos personas se quieren por encima de todas las cosas, que me gusta el día de San Valentín y celebrarlo aunque no tenga pareja, que...

El camino los unió y los separó.

Y entonces ella entendió que la sonrisa era el sentimiento que nos provocaba una persona y que no tenía nada que ver con los labios ni con la curva de la boca. Tenía más que ver con el brillo de los ojos de una persona que se había pasado más de media vida llorando. Y que ahora vuelven a llorar esos ojos. De tristeza. Porque ella no aguanta más, está cansada de fingir que está bien y es feliz. No puede atribuirle el sentimiento de felicidad a él pero hacía que toda su vida fuera diferente. Ponía luz en su vida. Y cómo no iba a quererlo, si cada vez que él la miraba, ella pensaba en lo hermoso que era. Y cómo no pensar en que iba a hacer cuando sus brazos no la abrazacen más. Ahora ella tiene que lidiar con ello. Recuerda cuántas veces le dijo que lo echaba de menos y él le decía que quería que ella estuviera allí con él. Y ella todavía sigue pensando en él y en que haría lo que fuera por seguir aferrándose a su recuerdo, por cambiar algo.  Pero su mente tiene otro plan, dest...

Lo peor que nos puede pasar es que sigamos de pie cuando nuestros pilares no sobrevivieron a la pérdida.

¿Lo peor que te puede pasar es que olvides a alguien con quien nunca has compartido unos bonitos momentos, sólo sueños y fantasías? No, lo peor que te puede pasar es que olvides a aquella persona que te ha dado sonrisas y hermosos momentos a su lado. Aunque le hayas dedicado silencios, esa persona ha sabido rellenarlos con caricias y ternura. A algunas personas les preocupa que pase el tiempo y nunca consigan salir de la tristeza que les provoca aferrarse al recuerdo. Pero a mi, ni me preocupa ni me asusta. No tengo miedo de vivir aferrada a su recuerdo, a tropezar cada vez que recuerdo su sonrisa, a mentir cada vez que te preguntan cómo estás. La verdad, es que no sabía que mentía tan bien. Hasta yo me lo creo. Incluso aprendes a sonreír sin motivos. Tampoco tengo miedo de preferir la soledad y el dolor porque no quiero volver a caer, no quiero que nadie me espere y mucho menos que espere a que se curen mis heridas. No quiero a nadie que me diga que no eche raíces, quiero a alguien...

A veces sólo es necesario creer que es posible.

La vida pasa tan rápido como cuando se marcha un avión surcando el cielo y como pasan los atardeceres en tan sólo unos minutos. También hay cosas que tienen prisa por alejarse, aunque nunca se hayan acercado tanto como para notar luego su pérdida.  Como esas miradas tristes, debido a la incomprensión, que se pierden cuando nadie mira. O cuando buscamos otras respuestas a las preguntas que nos sabemos de memoria. Y cada vez que nos soñamos, nos rompemos un poco más a nosotros mismos. Los sueños nos gritan lo que queremos y, la verdad, yo ya estoy harta de que vagar en ellos sin rumbo y encontrarte al final del camino. Luego caminamos como si nada, como si quisiéramos que el tiempo fuera nuestro favor. Y todo esto lo recuerdo con el sonido de la lluvia pero no está lloviendo.  Y si luego nos encontramos en la calle, nos ponemos una máscara y dejamos que jueguen las apariencias que ya luego, si acaso, recogeremos los trozos de nuestros sueños muertos. Y es que nunca aprendi...

Los secretos pesan.

Odio cada segundo que te recuerdo, pero más odio no poder darte todos los abrazos que quiero darte. Odio no poder decirte cuánto te echo de menos. Cada segundo es una tortura y sé que no aprobarías esto. Me dirías "Annie, tu felicidad no depende de nadie. Sólo depende de ti misma." Y te diría que eso ya lo sé, pero no sabría explicarte ni decirte lo que realmente siento. Supongo que este secreto me lo llevaré a la tumba, nunca lo sabrás. A no ser que el destino nos vuelva a unir. Y quién dice destino, se refiere realmente a quién tendrá que dejar su orgullo para que todo empiece de nuevo o para revivir el dolor. Creo que tenías razón en la mayoría de las cosas que dijiste, pero también creo que llevas razón porque estás dejando que pasen. Y no sé si lo estás haciendo queriendo o no. Cuando pierdes a alguien, puedes recordar cómo se movía, sus gestos, su sonrisa, sus ojos, sus manos pero nunca puedes recordar el sonido de su voz.  En este caso, se puede decir que ...

Fin.

A fin de cuentas, esto es lo que ha quedado. Un montón de dudas y silencio. Sí, a pesar de todas las palabras, silencio. Y muchos días bonitos en los que, al principio, no paraba de llover. Pero eran bonitos porque tú los hacías especiales y bonitos.  Días llenos de alegría y felicidad. Y ahora que no estás, no me creo que la felicidad exista porque no hay felicidad si no es contigo. Y esto es lo que ha quedado, porque yo no estoy. Me fui cuando te fuiste porque  ya sabía que no podía pagar la soledad tan grande que iba a sentir.
Todo empieza por una frase, una frase que lo resume todo. En este caso no. Aquí hay sentimientos y pensamientos acumulados, la mayoría no tienen sentido. Son fugaces, aparecen sólo para amargarte, para crearte más dolor. No hay un orden, no hay nada principal ni nada secundario. Supongo que todo se traduce a que cada palabra, que soltaste por la boca, se han transformado en una enorme tortura. Si, ya de por si, duelen los trocitos, imagina que esos miles de trocitos se vuelven a hacer añicos y, al final, sólo queda polvo. Polvo que se lo lleva el aire. Y que por mucho que te esfuerces por reconstruir la zona, siempre va a haber un pensamiento que destruya, otra vez, esa zona. Creía que era culpa mía porque pasaba mucho tiempo sola y eso me hacía pensar. Pero no me había dado cuenta de que, en realidad, era porque seguía manteniendo contacto contigo. No podía mostrarme como siempre porque claramente no estaba en condiciones como para estar como siempre, pero tampoco podía comportarme ...

Él se metió en el laberinto de sus ojos. Cuando ella los cerró, él quedó atrapado para siempre.

Ella no sabía cómo de importante era él, dejó que penetrara en su piel, igual que el sol te broncea en verano, lentamente. Ya no había vuelta atrás. Ella quería más, él menos. El final se acercaba y ella sólo quería verlo, sentirlo, saber que todo iba a estar bien. Pero el día final llegó. Ella se quedó sin palabras que decirle, no pudo decirle que lo quería y que si creía posible todo lo que él  decía que no podía ser. Ella sólo quería llorar pero no quería que él la viese. No quería ser vulnerable y acabar diciéndole, entre lágrimas, lo que de verdad sentía por dentro, el enorme cariño que le tenía. Un cariño que no se podía comparar con una amistad. El último beso que se dieron, fue distinto. Ella quería que fuera eterno. No podía creer que ya no lo vería más, no quería creer eso. Cuando ella llegó a su casa, se encerró en su cuarto y se puso a llorar. Era tan grande el dolor que sentía que no podía parar. Sólo hubo un momento en el que pudo dejar de hacerlo y fue porque él...

A veces pido demasiado.

Quizás, te estoy pidiendo demasiado al querer que te quedes más tiempo, al querer queme abraces y no me sueltes. Creo que quiero mucho contigo y tu muy poco conmigo. No quiero una eternidad pero tampoco quiero que sea algo fugaz.  Y, vale, ya sé que las cosas tienen su fin, su duración y, a pesar de los meses, me parece muy poco tiempo. Sí, muy poco. No he tenido suficiente todavía. Incluso puede ser que nunca me sacie ni tenga suficiente. Y tampoco quiero eso. No soy de esas personas que dicen lo que sienten pero si lo tuviera que decir en este preciso momento, supongo que diría que me siento triste, bastante triste. Es de esas tristezas que aunque llores, no se va. Es como si fuera capaz de llorar hasta que se me secaran los ojos. También pienso que lo mismo nada de esto fue real, pero entonces no tiene sentido que me sienta así. Creo que de vez en cuando, se me escapa una sonrisita porque recuerdo algo hermoso que hiciste o hicimos. Pero, luego, vuelvo a estar triste por la a...
Nunca me gustó quedarme más tiempo del necesario, ni hice que algo durase para siempre. Simplemente que durase lo suficiente como para que fuera bonito y fácil de olvidar. No puedo ser cómo ese invierno frío que nos recuerda que un día tuvimos a una persona que nos dio calor, ni ser ese verano donde pasábamos las tardes comiendo helado para sentir un poco de frescor..  No puedo tener una mirada alegre cuando todo se está derrumbando, y todas las emociones, que surgieron con tu llegada, están empezando a colapsar. No puedo salir huyendo, es demasiado tarde. No puedo fingir que no va a pasar nada cuando las voces del interior de mi cuerpo ya me lo están gritando y advirtiendo. A estas alturas no puedo mirar atrás sin pensar en que lo más probable sea que ya no habrá más momentos así. El tiempo nos destruye, pero también nos hace fuertes. O, al menos, eso dicen. A todos nos falta, de vez en cuando, una mirada que nos diga que todo va a salir bien, un abrazo de esos que te qui...

Como caer por un precipicio.

Quizás debiste de haberme advertido que acabaría así, que acabaría delante de un precipicio y detrás tendría la triste realidad. El problema es que no sabemos entendernos o, quizás, no sé entenderte. Tal vez, el problema sea yo. No sé cómo lo hiciste pero acabaste con la irrealidad que creaste y ahora no sé vivir sin ella. Detrás mía tengo toda la realidad, demasiado dura como para vivirla; delante tengo el mundo que creaste pero que me llevará a perderme por completo. Es cierto que ya no sé quién soy, cambiaste casi todo de mi. Y no sabes cuánto me arrepiento de haberte dicho que no, de tener el valor suficiente para acercarme a ti y pedirte una explicación, de no tener valor para enfrentarme a la incertidumbre que haces que sienta cuándo estás cerca. Pero bueno, todo también se resume a los días más tristes de mi vida.. El día que te vi por primera vez, los días en que mirarnos de lejos era mejor que no verte, el día que te acercaste a mi sólo para saludar, el día que me saludaste co...

Sólo eso.

Imagen
Que no se trata de lo que uno quiera, que no es ser egoísta con la otra persona.. Que es quererla por encima de todo, que es ser egoísta pero consigo mismo. No quiero que seas como Romeo, ni que me escribas poemas ni que seas perfecto, no sueño con ver las estrellas tumbada a tu lado.. Sólo sé que si te veo mirándome, me derrumbo por dentro y todo lo de mi alrededor desaparece. Posiblemente lo que más quiera en este preciso momento sería verte, hablarte, dejar que lo irreal se apodere de mí y que la realidad sea secundaria. Y si no puedo dormir, quiero que seas tú quién me abrace y se quede en vela hablando conmigo hasta que el sueño se apodere de nosotros. Pensar en un lunes no es tan malo, si tú estás ahí; llorar no será lo mismo, si tú estás ahí para consolarme. El mundo a nuestro alrededor dejaría de tener sentido para cobrar una nueva forma. Hace tiempo que no dejo de pensar que si alguno de los dos tuviera más iniciativa, las cosas serían de otra manera. No quiero tener que segui...

Juntos o separados, somos felices.

Imagen
Entro en la oscura habitación, pongo el volumen de la radio a todo volumen y miro por la ventana, pienso en que estarás haciendo. Los días pasan rápido, incluso cuando estabas a mi lado. Ya no sé en que día, mes o año vivo, he perdido la cuenta de cuantos besos te habría dado hasta ahora. Pero anoche me paré un momento a pensar y caí en la cuenta de que lo mismo fuimos demasiado rápido, que el tiempo no estaba a nuestro favor, que nos corresponde otra etapa de nuestra vida y no la que quisimos vivir. Otras personas aparecen en nuestra vida, de forma intencionada o no, formarán parte de un capítulo de nuestro libro. El libro de nuestra vida, separados o juntos, ya tenemos nuestro capítulo. Un capítulo que, para mí, no ha llegado a su fin. También, me dí cuenta de que, al final, todo en esta vida se reduce a atrevernos a luchar por lo que queremos o a resignarnos a perder cosas que nunca hemos tenido. Poco luchamos, por eso perdimos.

Soledad.

La soledad es fría. Me siento ausente, vacía.. No puedo mirarme al espejo sin preguntarme a mi misma si soy la misma, si sigo siendo yo. Las horas pasan delante de mis ojos, desde el amanecer hasta el atardecer; cuando la luna y las estrellas iluminan mi habitación, en mis oídos lo único que se escucha es la música, lo único que hace sentirme viva.  Cuando llaman a la puerta de mi habitación y entran, me hago la dormida; no quiero ver a nadie, sólo quiero quedarme en la oscura habitación. En el armario sigue la pulsera que me regalaste, no puedo mirarla ni tocarla sin sentir un fuerte escalofrío por mi piel. Esa pulsera con la que me dormía abrazada a ella porque me faltabas tú, porque no estabas en mi cama aquellas noches que más te necesitaba. Aquellas noches donde la soledad y la tristeza se hacían insoportables. Sabía como eras pero aún así quise estar contigo, pero no me explico porqué esos malditos sentimientos no han desaparecido aún, es como si esperaran una esperanza que ...

Entonces llega él.

Imagen
Un día piensas en que por mucho que pase el tiempo no querrás a nadie como quisiste a otra persona, y es verdad pero aprendes a querer a otra persona. Aprendes a que otra persona te saque una sonrisa y alegre tus días y noches. Poco a poco, esa persona se convierte en alguien especial, en alguien por quien merece la pena luchar. En alguien en quien con solo nombrar su nombre, te sale una sonrisa. En todos estos meses, había pensado en que quizás no  conocería a nadie como tú; pero mírame aquí estoy escribiendo sobre ti, te encontré. No pensé que llegarías de esta forma tan inesperada. Eres la típica persona a la que siempre querré abrazar sin importar si estoy o no enfadada contigo. Que seas comprensivo, hace que seas adorable y fácil de llegar a querer.