Lo peor que nos puede pasar es que sigamos de pie cuando nuestros pilares no sobrevivieron a la pérdida.
¿Lo peor que te puede pasar es que olvides a alguien con quien nunca has compartido unos bonitos momentos, sólo sueños y fantasías? No, lo peor que te puede pasar es que olvides a aquella persona que te ha dado sonrisas y hermosos momentos a su lado. Aunque le hayas dedicado silencios, esa persona ha sabido rellenarlos con caricias y ternura. A algunas personas les preocupa que pase el tiempo y nunca consigan salir de la tristeza que les provoca aferrarse al recuerdo. Pero a mi, ni me preocupa ni me asusta. No tengo miedo de vivir aferrada a su recuerdo, a tropezar cada vez que recuerdo su sonrisa, a mentir cada vez que te preguntan cómo estás. La verdad, es que no sabía que mentía tan bien. Hasta yo me lo creo. Incluso aprendes a sonreír sin motivos. Tampoco tengo miedo de preferir la soledad y el dolor porque no quiero volver a caer, no quiero que nadie me espere y mucho menos que espere a que se curen mis heridas. No quiero a nadie que me diga que no eche raíces, quiero a alguien...